lunes, 3 de abril de 2017

En tiempos de ojos ansiosos y bocas secas.


¿Seguimos por acá?


Eran dos convirtiéndose en tres. 
Ella con su voluptuosa panza sostenía la tapa de un contenedor de basura mientras él, desde el interior, revolvía inútilmente los residuos.
No había ahí, nada para ellos. Lo entendieron, como quienes aceptan sin vueltas, la frustración común de los últimos días...

No había qué juntar, ni había qué comer. Estaban viviendo atrasados con la necesidad urgente de ayer y de hoy mezcladas, repitiéndose, a su vez, con la de mañana.

Por fin tomó aire y le preguntó como si ella fuera su guía espiritual: "¿seguimos por acá?" 

Así los vi irse, acomodándose el ánimo desencajado y la ropa desvencijada.

Gastando los pasos, avanzando sin dirección.

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