martes, 12 de diciembre de 2017

Paso a nivel 


Tu jauría. 
Unos perros
atropellados y torpes
con la saliva amontonada 
en las comisuras,
arremetieron contra el blanco.
Incisivos,
me obligaron a tirar
con fuerza de las correas,
aquella porción tuya
completamente 
desencajada.
Una cacería 
con los elementos servidos:
la voluntad arrinconada y
los dientes listos para atacar. 
El escalofrío de la mordida, un dolor
invisible cosido a los poros 
y el tren, de fondo
que apura la salida.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

El cruce

"Esas cosas no se dicen"
sentenciaste 
y la cama volvió a ser 
un mueble más. 
El filo de la frase 
desfiguró las bocas.
Tu gato se alejó, 
derrotado
y yo también me fui, 
lejos de tus fantasmas. 
Cada uno con el souvenir 
de una tarde donde 
el alcohol y la marihuana hubieran 
hecho su magia. 

jueves, 9 de noviembre de 2017

23: 39 p.m.


Nos regalamos
una tormenta con viento salado
y el puerto incómodo.
Algunas claraboyas que retumban
cuando el cielo se corta
en partes imperfectas
y el agua se cuela
en las ventanas entreabiertas
de los domingos muertos
en Montevideo.
Y vos         Y yo
comiendo lejanía
en esta ciudad chica
de habitaciones enormes.
Una cuenta regresiva que crece
debajo de los pasos que rechinan
en la madera seca,
mientras nos escribimos mensajes
que se acercan a tientas, dudosos
se suceden
y se desintegran en un
“que descanses”.

viernes, 3 de noviembre de 2017

La demolición


El desliz de los escombros
en el container.
Una lluvia de ruido roto
parecido a la porcelana rota,
a lo que se desarma fácil
pero cuesta trabajo construir.
El balde lleno hasta el tope,
de fragmentitos gastados
unos encima de otros
confirmando el derrumbe.

martes, 3 de octubre de 2017

Little litter life


Se acumularon
por la crisis,
las tareas por hacer,
las camas destendidas
y las comidas sin amor.
En desorden, todo revuelto.
Poco quedó en pie:
el consejo de la hija,
lo que hasta ahora, calla la madre.
Algunos secretos mal contados,
algunas historias mal escondidas.
El paisaje cargado de distorsiones.
Una mala impresión
para los turistas
deseosos de escuchar
la grandilocuencia en la locura. 

miércoles, 27 de septiembre de 2017


Mojar el aire
para arrancarte el capricho.
Delinear así,
los vértices de tus huidas,
de tus hazañas, 
de tu locura sin freno 
y de tu freno sin margen.
Una alarma encendida,
un chillido que late,
una figura poco dócil e inconstante.
Como quien se empecina 
en el rebusque diario 
de las cosas,
merodeás las esquinas 
y arremetés con los dientes
las horas ciegas de la noche.

jueves, 14 de septiembre de 2017

Soy entre tanto, el pulmón. 
Un rumor que enlaza dos espacios a un mismo tiempo. Aquel puente que conecta los sonidos y olores mezclados de la urbe. 
Esa rectitud en la forma peca de falsa indiferencia y se dedica a camuflar lo vulnerable de la composición.

Lo que aparenta separarme de las cosas casi por imposición.
Quiebro el límite y desnuda muestro ese encanto, atractivo y  particular de abrir el juego y desplegar ambos mundos en simultáneo. Para no estar del todo ausente, ni tan lejana de la realidad contigua. 
Ahora, queda la luz desfasada a un lado, como un rayo interceptado a mitad de camino en este día achicharrado. Una transparencia desenfocada.
Un pasaje, otra entrada y a veces también una salida.

Temporadas


Tal vez empezó en el año 1987, tal vez antes. Mar de Ajó, parte de la costa argentina, ese pedazo de infancia.
No fue un verano, fueron todos los veranos durante 10 años donde esperábamos ver el mar, vestirnos de arena en luchas sin fin, encontrarnos con amigos de años pasados, salir de paseo a la noche alzando sapos, ir a los jueguitos de la principal, comprar historietas, hacer sopas de letras, "meterse hasta ahí, hasta las rodillas" donde la ola no te arrastra, coleccionar demasiados caracoles, dedicarnos a la construcción diaria de castillos a base de una meticulosa ingeniería, tomar chocolatadas con los dedos llenos de sal, hundir los pies en la orilla y buscar almejas y mejillones que nunca comí, usar malla enteriza con volados o moños, luego dos piezas y volver a la malla enteriza por pudor a mostrar la panza, efecto directo de la metamorfosis de los años. Jugar a las cartas y escuchar historias de terror los días de lluvias, degustar como si fuera la primera vez y con excesiva solemnidad los manjares clásicos de las vacaciones: pirulines de colores, helados de crema, churros con dulce de leche y licuados de banana en la playa con sol y también con buzo.
Subir un medano, conquistar la cumbre para lanzarnos y rodar, ser pequeños puntos rebotando en la inmensidad del desierto.
Atardecer entre juegos de paleta con el viento que todo lo vuelve difícil y finalmente volver cansados pero no rendidos con la tarea de juntar ramas para el fuego de la parrilla, bueno, más bien ramitas y algunas piñas caídas.
Tal vez todo esto fue Mar se Ajó, un ritual en pleno enero.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Calles


No quiero ver personas como bultos 
tirados en las veredas,
desparramados en la A
venida Corrientes,
esquivar 
la angustia que se despierta cuando
todo está dividido.
Me rebelo ante la indiferencia 

acomodada
en los pasos ligeros.
Me rehúso a ser parte

de esos que adeudan las miradas
y postergan las voces. 
                         Voces con palabras 
                         que de encontrarse,
se volverían un puente 
para no sentirse tan lejos, acá,
a tan solo dos pasos de distancia. 

miércoles, 16 de agosto de 2017

XXXII


Ha sido difícil vivir en este cuerpo,
lidiar con la cabeza deshilachada,
arrancar todas tus flores
y taparme con cemento.
Ha sido extremo, respirar sin esfuerzo...

sábado, 1 de julio de 2017

Gracias Hebe

Jueves, todo el jueves. 
Cierro los ojos.
Hebe levanta el puño, 
siempre es el izquierdo. 
Se acuerda del CHE y 
no se olvida del 
"Hasta la victoria siempre".

Revuelvo lejos, entre mates lavados,
Empiezo el retrato:
"Tomó la militancia como una forma de vida"...

Simplifico:
"Era zurda de alma, y en su accionar, revolucionaria".

El golpe cívico militar
le dio tregua
para que muchísimos años
después
yo pudiera conocerla.
Hablar y divagar
mientras caminábamos
por Parque Chas
con las manos llenas de volantes
contra lo que,
como pueblo,
nos voltea,
nos pasa por encima.
Lo que se vive injusto
para muchos,
para demasiados.

Jueves, todo el  jueves. 
Abro los ojos.
Un sorbo de café y 
vuelvo hasta tu casa,  
los carteles apoyados en la mesa
y las voces deformadas, 
donde el olor a tabaco 
nos mezcla, 
nos cambia,
nos 
une.

martes, 30 de mayo de 2017

El oficio parido


La panza hinchada, repleta,
desbordante en palabras.
Palabras como bombas
a punto de estallar,
que se mueven molestas,
que revientan,
imprecisas reptan
y suben por la garganta.
Se comen las cuerdas
y seducen la voz.
Como un volcán en actividad,
emergen del cuerpo
y chorrean frases
por la lengua.
Nuestra lengua.
Una brutal detonación en los sentidos,
en las paredes húmedas
de los órganos replegados
y en el sexo detenido...
Todo esto ocurre cuando escribo.

martes, 4 de abril de 2017

Yo soy ... 


Todo empezó con una dinámica grupal de presentación. 
Al día de hoy, con casi 32 años me parece que es uno de los momentos más incómodos para el ser humano socialmente poco entrenado
Lejos de ser extremista en ese instante el contexto se vuelve desolador... Rápidamente, en medio de un grupo de extraños hay que seleccionar aspectos que reflejen una síntesis amable y bien lograda de quiénes somos. 
Para mi gusto un trabajo un tanto difícil y arriesgado entre esas caras nuevas. Insisto en este punto, tratar de contestarnos eso a nosotros mismos con la voz en off ya de por sí puede volverse terrible.
Pero ahí estoy, sentada al lado de otros, formando una ronda con pequeñas ráfagas de comentarios que aunque intermitentes son absorbidos por el silencio que nos envuelve.
Es así que pienso que la ausencia de sonidos entre desconocidos es otra forma eficaz de seguir incomodando al ser humano... 
Tenemos entonces un grupo, un tiempo y un espacio por afrontar. Inicia la dinámica como una carrera con obstáculos, se usa una pelota como elemento clave. 
Por qué debemos incorporar un elemento externo para hacer más atractiva la síntesis personal? 
Mientras tanto, me siento torpe buscando palabras que se ajusten más o menos a lo que ni siquiera yo sé qué quiero contar.
La suerte está echada, comparo los dichos de los otros y extraigo algunos datos aportados que  me aproximen a armar un vago resumen de lo que no puede faltar cuando me toque el turno de cargar con la pelota...
Memorizo la secuencia: recibo la pelota, hablo y la paso. Parece fácil, aplicar un mínimo de destreza física para tener la pelota y atravesar ese momento en el que todo se suspende y se sostiene a partir de mi relato, con el agravante de varios pares de ojos mirándome y yo sin saber dónde fijar la vista.
Todavía no es mi turno pero hay algo que se repite. Aparecen personajes revestidos de trajes que les quedan muy grandes al cuerpo.
Hay algo muy extraño, ridículo y deplorable en presentarse usando títulos. 
Desconfío de todo aquel que se planta tan resuelto y su primera frase es: "Yo soy... poeta y tengo una revista, también recito poesía"...
Por qué hay que chapear frente a otros con lo que se porta a medias? Con algo que tal vez tomamos prestado por un tiempo en nuestras vidas e incluso hoy puede haber perdido vigencia... 
Qué necesidad tremenda se nos juega en reconocernos dentro de no mas que una categoría? ...
Por qué para hablar de uno mismo, algunos se valen de una identidad hacedora? Sos lo que hacés? 
Será que me cae mal tanta pedantería, como también la falta de  humildad de reconocerse simplemente como alguien con apetitos de arte que me atrevo a bosquejar este texto en mi cabeza mientras espero la inminencia del momento en que caiga en mis manos, la pelota... 






lunes, 3 de abril de 2017

En tiempos de ojos ansiosos y bocas secas.


¿Seguimos por acá?


Eran dos convirtiéndose en tres. 
Ella con su voluptuosa panza sostenía la tapa de un contenedor de basura mientras él, desde el interior, revolvía inútilmente los residuos.
No había ahí, nada para ellos. Lo entendieron, como quienes aceptan sin vueltas, la frustración común de los últimos días...

No había qué juntar, ni había qué comer. Estaban viviendo atrasados con la necesidad urgente de ayer y de hoy mezcladas, repitiéndose, a su vez, con la de mañana.

Por fin tomó aire y le preguntó como si ella fuera su guía espiritual: "¿seguimos por acá?" 

Así los vi irse, acomodándose el ánimo desencajado y la ropa desvencijada.

Gastando los pasos, avanzando sin dirección.

viernes, 31 de marzo de 2017

La belleza condensada en un encuentro.

Las horas


La cama desarmada
y los pechos apretados
contra tu piel transpirada.
No hacía falta nada más
para sentirnos vivos...

lunes, 27 de marzo de 2017

Línea 87 


Le bastaba con tocar 
las hojas de los árboles
por la ventanilla abierta 
del colectivo. 
Su mano se mimetizaba 
con esas ramas flotantes.
Los dedos pequeños,

tintineando 
al ras del follaje.
De un tirón, respiramos 

el aire saturado del basural.
Abstraída
como un péndulo 
se hamacó en el asiento 
mientras contemplaba
el movimiento parsimonioso
de un sábado por la tarde 
en José León Suarez.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Souvenirs


Objetos en serie,
multicolores y circunstanciales.
Juegos de recreo,
tesoros de la infancia.
Así, fui conservando
arsenales de recuerdos.
Todos juntos,
amontonados en el fondo
de mi placard.

martes, 21 de marzo de 2017

Tiempos y espacios superpuestos.

Isla querida


Pienso en ese pueblo,
pueblo de todas las estaciones
que al abrigo de sus árboles
perfumaron de eucaliptos
mis andanzas.
Siento hoy, lejos de él
la nostalgia de sus calles de tierra
que me llenaron de huellas.
Rastros sutiles con olor a pasado,
Resolví traerte hasta mí,
los pómulos húmedos
exhibiendo la emoción
a todo aquel
que nada sabe
de mi amor por vos...
Que soy dueña de tus playas
y heredera de su casa
con vista al mar.
Solo un minuto hizo falta,
sentada ahí,
para que repose el alma
y caer así, en el embrujo
del vaivén de tus olas mansas...



Quererte...

La invitación de los jueves


Una espera acordada 
con música de fondo,  
y tu voz sobre la mía. 
Acobachados 
en el sillón
desplegando teorías fantasmales 
y elaborando la incertidumbre 
de nuestros días. 

Fue el afán de jugar
a leer las lineas de tu mano
para luego 
invitarte a bailar...

Habitábamos la noche,
rodeados de miradas
y vasos a medio tomar.

Éramos los únicos 
riendo ante la prepotencia 
de una caricia 
que se instala en el cuerpo 
en medio de la oscuridad. 

jueves, 2 de marzo de 2017

30.000


No hay quien pueda
refugiarse en el olvido.
Tentar de tal manera
lo acontecido,
para que la amnesia
desteja lo dolido.
Tan profundo el recuerdo,
tan fugaz lo vivido...
Aquellos caminantes
de espíritu herido,
gestaron una memoria
que se retuerce
lamentando lo perdido.
Cuál es el saldo conocido?
De cuerpo y alma
masacrados y partidos,
30000 familias,
30000 caídos.
El crimen más aborrecido,
lo que no se perdona
ante el horror esclarecido.
Nuestros, los desaparecidos.

lunes, 20 de febrero de 2017

Noche llena, noche infinita...

Noctámbula


La decisión de un paseo nocturno,
una suerte de aire entrometido
que atraviesa los huesos.
Me precipito a la puerta
y quedo expulsa a una tierra extranjera...
Unas calles difusas con esquinas encendidas,
muestran los dientes
para morder mi boca,
mancharla con el sabor
de la derrota,
Teñirla del vacío más fatal.
Ebriedad de caminante,
de conducir los pasos perdidos
por las veredas porteñas...
Buscando así, un escondite
para guardar las penas, los agravios
y confesar el amor carcomido...


domingo, 19 de febrero de 2017

La palabra más compleja y combativa, amor.

Degustación

Con la caída libre de las horas 
preparan la escena. 
Aquellos dos cuerpos danzantes, 
despojados y exuberantes;
con sus figuras enroscadas,
los músculos en tensión, 
los poros dilatados
y la sangre mezclada... 
Amordazan el deseo
con respiraciones apretadas,
húmedas, fatigadas... 
La carne queda acorralada, 
vibra, resuena
pariendo ecos de disfrute.
La jugosa desnudez los derriba
y con sus lenguas revueltas 
se hunden 
para acariciar la delicia.
La conquista placentera de saberse suyos. 

miércoles, 15 de febrero de 2017

Cuando queda el hábito corroído, la costumbre instalada y el amor finiquitado...

Sobras... 


La mesa quedó servida, 
dispuesta para 
una hora de mentiras, 
de engaños sin efecto
y de condenas pasivas...
Del pueril apetito 
adornado con proezas antiguas, 
nació la insólita valentía 
de sentarnos,

frente a frente,
con la tristeza por compañía. 

Y así quedamos, sin más 
con las cuchillas clavadas
en la carne tan fría...

lunes, 13 de febrero de 2017

Delinear el terreno, fundirse en la acción...

La frontera


Un ácido sudor se esparció,
sofocó el ambiente, 
lo impregnó de otra vida. 
Una anterior, gastada y remendada.
Rancia existencia 
que hoy asoma 
en el aire nauseabundo 
del mediodía. 
Dividida, otra vez separada, 
crucé el puente,
sacudí el espanto.
Despabilé mis años...

viernes, 10 de febrero de 2017

40 años de un dolor infinito...

Cicatrices

El desfile más terrible.
Lo arrasaron 
y rompieron los límites.
Aquellos verdugos a paso firme, usaron la tierra tuya como mortaja y
Una vez arrojado al muro,
los cristales se empañaron
y calculaste la trayectoria
de las balas.
Supiste que llegaba
el punto y aparte.
Desplomado,
estallado en pedazos
pero entero.
Plagado de ideas,
creencias y acciones…
Creyeron callarte a golpes,
quisieron dar muerte
a cada Rincón
de tu cerebro rebelde.
Propusieron el juego brutal
de la descarga sin miramientos
y detuvieron el cuerpo, es cierto.
Lo suspendieron en el aire
como una hoja al viento
arrastrada por el temporal...


te vistieron de tortura.

Años luz


Qué se esconde detrás de un reencuentro?
En los últimos días se produjo cierto fenómeno al alcance de mis pasos por la ciudad... una suerte
de múltiples encuentros, sin buscarlos ni esperarlos.
Literalmente imprevistos, que a su vez desataron reacciones y elocuencias impensadas. Me atrevo a decir, muy poco auténticas pero sostenidas por ambas partes.
Guardé como souvenir, esas miradas invasivas que no se conforman con el relato resumido, con el esfuerzo propio y desganado de improvisar un compacto biográfico que rellene el instante saturado de incómoda sorpresa, frente a este cruce repentino...
Qué le ocurre a una que se encuentra a destiempo con un pedacito de pasado, de esa otra que fue y ya, de algún modo, no es?
Con quién nos encontramos? Con los que fuimos o con los que somos? Con quién fue ese otro y hoy sonríe al verme o conmigo misma y mi satisfacción a cuestas de haber dejado una buena impresión aun en aquella época?
Tal vez sea darse cuenta que efectivamente ya no somos ni siquiera ese aquel al que reconocen, por la estructura física más o menos mantenida a través del tiempo.
Entre tanto, la conversación prosigue con esa lógica ridícula de "ponerse al día" usando los cinco minutos finales como armas disparadas a mansalva, y cuando el scanner físico y psicológico, da el visto bueno para el que nos interroga, qué es lo que queda de nosotros?
Lo mismo. Una grieta, una distancia excepcional: años luz entre nosotros.
Por eso lo que más me aterra de todo esto, es volver a mirarme al espejo con el efecto reciente de haberme cruzado con personas que ya no saben quien soy pero que supieron quien fui y en conclusión, no saberme ni en una ni en la otra punta de la cuestión...

lunes, 6 de febrero de 2017

Un mundo que atraviesa con sus reglas la existencia humana.
Un escenario árido que me envuelve con la necesidad de jugar a ser cronista...

Bocanada


Más que rodar, chillaba.
La carretilla en cada vuelta
de  sus ruedas
se lamentaba.
Vos, en silencio
acompañabas sus quejas
sobre la calle...
Trabajosamente la empujabas,
como quien carga
con el peso de todas las almas.
Lograbas con esfuerzo que avanzara
pero la marcha te contradecía.
Frenaste, a tu propia deriva...
De un soplo,
tragaste el desconsuelo
y así, con paso atosigado
pisaste la herencia.
El trágico legado
entre tus manos...

Palabrerio


La selección no fue inocente, recorté una viñeta de la cual participé por mi mera cualidad de espectadora. 
Existió alguien, que en su afán de ser reconocido y dárselas de buen entendedor de los tiempos que corren, osó despojarme de mi propia voz... 
Conservo la leve sospecha de que daba igual que yo estuviera ahí. Tener una relativa forma humana o simplemente aparentar ser un ser viviente reunía las condiciones para soportar ese torrente intermitente de frases unidas a más frases, todas, a mis oídos vacías.
Qué pasa cuando a alguien se le ocurre hablarte descomunalmente, aturdirte de opinión personal sobre un tópico cualquiera?
Sucede lo que era medianamente anunciado desde el inicio; el tiempo corre, todo se mueve a nuestro alrededor pero uno está ahí, de pie, disponible (de algún modo) para ese aluvión discursivo...
Un monólogo a expensas del tiempo ajeno.
Si no hubiera caído en esa trampa, seguramente hubiese encontrado otra víctima que le prestara un poco el cuerpo sobre el cual depositar cada una de las palabras con ese fervor innecesario.
Ahí estuve yo, entre miles de estímulos que activaban el repaso de mis pendientes para ese día, simulando atención e interés, con los ojos fijos alimentando ese palabrerio. 
Esa expulsión cargada de vehemencia... y yo quieta, paralizada ante la mínima posibilidad de esbozar siquiera algo que contradiga semejante presentación catedrática. 
Permanecí durante cada segundo de los 20 minutos sin poder abandonar la insistente idea de sacarme de encima, como fuera, sus reflexiones bien consolidadas, inertes y carentes de sentido para mí. 
Quise decirle de forma urgente que me tenía que ir.... 
No, no me tenía que ir. 
Sencillamente considero que me pasé de cortesía, de protocolo.
A falta de un escape posible, de una huida elegante y justa (para mí) lo dejé terminar, saciar el ego, la soberbia y estima sobre su persona. 
En definitiva, para él fue un cuadro perfecto, supuso un diálogo limpio con una exposición prolija, solo que rebalsada de tedio con el agravante de un interlocutor mudo.