Sobras...
dispuesta para
una hora de mentiras,
de engaños sin efecto
y de condenas pasivas...
Del pueril apetito
adornado con proezas antiguas,
nació la insólita valentía
de sentarnos,
frente a frente,
con la tristeza por compañía.
Y así quedamos, sin más
con las cuchillas clavadas
en la carne tan fría...
Quizás, justamente , de eso se trate la valentía.
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