El cruce
"Esas cosas no se dicen"
sentenciaste
y la cama volvió a ser
un mueble más.
El filo de la frase
desfiguró las bocas.
Tu gato se alejó,
derrotado
y yo también me fui,
lejos de tus fantasmas.
Cada uno con el souvenir
de una tarde donde
el alcohol y la marihuana hubieran
hecho su magia.